Al escribir Moby Dick, Melville creó para su uso particular un estilo fundado en el de los escritores del siglo XVII. En sus mejores momentos produce impresión y posee fuerza poética. Este autor tenía un verdadero sentido del ritmo, y el equilibrio de sus frases es excelente. Le gustaba la frase sonora, y el vocabulario majestuoso que empleaba le permitía lograr efectos de gran belleza. La dificultad del estilo de que Melville hizo uso en Moby Dick es que si el nivel retórico tenía que ser mantenido a lo largo de toda la novela, el escritor no podía ser sentimental ni humorístico. Melville era a menudo ambas cosas, y entonces el lector se siente perplejo.