Los hermanos Grimm ampararon sus cuentos bajo el lema: «Entonces, cuando desear todavía era útil.» Hubo una remota arcadia en la que las hadas recompensaban la esperanza. Novelista, dramaturgo, autor de cuentos infantiles, Juan Villoro entiende la lectura como un regreso al momento esquivo y meritorio en que el placer tiene su oportunidad. La utilidad del deseo prosigue la aventura iniciada en los libros de ensayos Efectos personales y De eso se trata, también en Anagrama. En esta nueva escala, Villoro se ocupa, entre otros temas, de la inagotable isla de Daniel Defoe, la celeridad y la culpa en Nikolái Gógol, el arte de condenar de Karl Kraus, la empatía de la pluma con el bisturí, la fábula de la conciencia de Peter Handke, las insólitas semejanzas entre los incomparables Ramón López Velarde y James Joyce, los enigmas de la traducción, la tensión entre verdad y mentira en Gabriel García Márquez y las cartas privadas de Julio Cortázar, Juan Carlos Onetti y Manuel Puig; lo hace con un rigor y una hondura siempre aliados a una gozosa fluidez.