a más larga lucha armada registrada en la historia de México duró casi cuarenta y dos años y ocurrió en la zona del río Yaqui en Sonora. Se trata probablemente de la guerra popular más larga en la historia de América Latina y durante sus últimos diez años culminó con un genocidio cruelmente preparado y hábilmente enmascarado: la población yaqui nunca pasó de treinta mil hombres, mujeres y niños; la cifra osciló a causa de exilios forzosos, deportaciones, fusilamientos, represiones, epidemias, la muerte bajo todas sus variantes; disgregación en la Sonora de las minas, los ranchos y las ciudades, hasta que tras el genocidio fueron reducidos a siete mil. La historia oficial logró su cometido al borrar de la memoria de los mexicanos los atroces sucesos. El porfirismo rapiñero, escurridizo, simulador, que enmascaraba bajo el lema del progreso abundantes formas de barbarie, fomentó que se desvanecieran el testimonio de los alzamientos de Cajeme, Tetabiate, Pluma Blanca y Sibalaume, de tal manera que la versión de los vencidos nunca prosperó. Este libro se ha escrito contra toda esa desmemoria.