En este ejemplar de la colección virtudes, Carlos Díaz aborda la virtud máxima: el sentir amor. Filósofos teólogos, psicólogos y artistas en todo el mundo han manifestado su sentir acerca del amor, en el que confluyen otros valores y virtudes como los que menciona San Pablo en su primera carta a los Corintios (13, 1-13)-, y sin el cual la vida no sería posible. El autor hace una distinción clara de los tipos de amor que pueden surgir entre los seres humanos tales como la amistad, el enamoramiento, el amor por la familia, el amor a los hijos, el amor a Dios, y destaca la importancia de amar y ser amado, así como de la necesidad de identificar a su antagonista, el egoísmo, que niega a muchas personas la capacidad de darse a los demás.