Hace apenas unas semanas llegué a Buenos Aires. Desde entonces, mi vida ha cambiado por completo. Ahora tengo amigos, sigo estudiando música y he recuperado algunos recuerdos de mi madre. Además, en Studio 21, he comenzado a perseguir mi sueño: llegar a ser una gran cantante. Sin embargo, esta nueva vida es más complicada de lo que esperaba. Mi cabeza no para de dar vueltas con todos los líos en casa, las tareas del Studio y mi corazón... dividido entre Tomás y León.