Actualmente, en los albores del siglo XXI, es innegable la importancia de conocer más sobre la cultura islámica, porque sea de nuestro agrado o no, comprenderla es a su vez, saber más acerca de la nuestra. Podríamos comparar algunos elementos comunes al Islam, al judaísmo y al cristianismo, por ejemplo, la convicción profundamente arraigada de que el hombre, como todos los seres que habitamos en la Tierra, se caracteriza por su dependencia absoluta con relación a Dios, su creador y su dueño, infinitamente bueno, sabio, todopoderoso y a quien se lo debe todo.