Son muchas las generaciones de lectores que han conocido a Julio Verne y a sus personajes, con los cuales han emprendido fabulosas aventuras y partido hacia sitios remotos. Muchos se han sumergido en mares subterráneos alucinantes, explorado bosques marinos erizados de algas gigantescas y de corales deslumbradores, entrevisto los cráteres helados y los ríos muertos de la Luna, penetrado a negras y solitarias cavernas o a castillos medievales. Verne ponía cuidado minucioso en allegarse el mayor número posible de datos históricos y geográficos para desarrollar una trama; por ello, en su tiempo era estimado como un "educador de la juventud"; actualmente es considerado como el creador de la ficción científica. Su vigencia es pues indiscutible.