Retablo esperpéntico de una sociedad en descomposición, Uno soñaba que era rey es una novela irreverente y renovadora donde la fantasía más delirante se conjuga con el realismo crítico. A partir de un concurso para niños héroes convocado por una estación de radio, el caos de la megalópolis y sus enconados antagonismos de clase invaden como un gas venenoso la intimidad de los personajes: niños chemos que sueñan con tener una charola de judicial, «niños bien» aficionados a cazar nacos, mujeres que gruñen por insatisfacción sexual, empresarios adictos a los espejos, lectores de diarios amarillistas con pasiones inconfesables, intelectuales crucificados entre la vocación revolucionaria y el pago de la tarjeta de crédito.