La familia de Esther Solar es... rara. Según la maldición que los persigue, aquello a lo que le tienen más miedo terminará matándolos cuando menos lo esperen y, por eso, su padre no ha salido del sótano en seis años; su hermano sella los interruptores con cinta para que nunca se apaguen y lo que se oculta en la oscuridad no lo devore; su madre, una ludópata, vive rodeada de amuletos vivos capaces de alejar la mala suerte. Todo eso, claro, son cosas que pasan en cualquier familia...