«El grito se produce en los umbrales de la voz humana: ahí donde el ruido y el silencio se confunden y aniquilan a la palabra.»
Este libro relata la historia de un exceso. Un exceso que ha acompañado a la humanidad desde sus orígenes y que tiene un potencial creador, destructivo, coercitivo y liberador: el acto de gritar. El grito tiene raíces primordiales y una íntima cercanía con lo indómito, sin embargo, los seres huma - nos han sabido administrar ?dirigir, controlar? su energía de las más diversas maneras: como medio de comunicación, cura terapéutica, herramienta de tortura, instrumento legal, lenguaje artístico e incluso como unidad de medida. Este libro da cuenta de esa riqueza de usos y fuerzas afectivas. Gritamos porque podemos o porque no podemos más. En el primer caso, la voz alta se convierte en herramienta, en un dispositivo tecnológico, y así encontramos ejemplos como el grito de mando, el grito disciplinador o el pregón. En el segundo, el grito es una descarga pasional: gritamos de dolor o de placer, de júbilo o de miedo. Ana Lidia M. Domínguez Ruiz parte de esta distinción para analizar e inventariar exhaustivamente las diversas prácticas del grito a lo largo de la historia y entre las culturas. Esta historia del grito está compuesta por una serie de ensayos que abrevan de diversas disciplinas como la música, el derecho, la medicina, las religiones, la arquitectura, la lingüística y la política. Es una reivindicación del poder subversivo y transgresor del acto de gritar. Por ello, lo es también de nuestro lado vulnerable, visceral e irracional, al que da voz, justamente, el grito.