La hoy Ciudad de México –que por muchos años conocimos como Distrito Federal- ha vuelto a recuperar su nombre. Nada más justo, creo, que volver a llamarla de la manera en que fue nombrada por sus fundadores, los mexicas, desde aquel año de 1325: México-Tenochtitlan.
La tarea del cronista es, precisamente, la de buscar en el tiempo para traer al presente lo que fue y lo que es de una ciudad. Ángeles González Gamio, ha buscado penetrar más allá de los muros para encontrar lo que celosamente se escondía detrás de ellos.
Hoy celebramos la aparición de este segundo tomo que nos ofrece alrededor de 75 sucesos en los que leemos acerca de muchos acontecimientos relevantes que son parte sustancial del devenir de la Ciudad de México.