Esta deliciosa colección de ficciones, conferencias, ensayos y crónicas puede entenderse como una ferviente defensa de la creación literaria, o como un llamado a desobedecer las reglas del juego, o como el resultado de una obsesiva ( y compulsiva) reflexión en torno a las palabras. O como todo eso a la vez, porque, como anuncia su título, este inusual libro apunta en direcciones múltiples. En las once piezas aquí reunidas reconocemos en plenitud la voz de Alejandro Zambra. Con desenfado, melancolía y una rara calidez, el autor da forma a un mundo personalísimo. Las imágenes de amplitud generacional y los alegatos íntimos reclaman su derecho a mezclarse con certeras observaciones sobre la creación, la traducción, y hasta con inesperadas disquisiciones sobre un pulpo de juguete o sobre los estados de ánimo de Mario Vargas Llosa.