Apelo a la familiareidad porque sé que en algunos aspectos nos parecemos. Existen inquietudes e ideas similares en nuestras mente. Por eso coincidimos en este libro. Usa tu imaginación y acércate un instante. Sólo el piso de madera y las paredes cubiertas de libreros a reventar emiten un leve rechinido de vez en cuando. Sobre mi cabeza cuelga un avioncito de control remoto que sólo usé una vez. Hay papeles y textos por doquier. Mi esposa dice que este sitio es un desastre y que no volverá a rreglarlo. He celebrado su decisión, porque cuando ella pone todo en su lugar yo pierdo todo. En el caos que me rodea existe orden, auqnue ella no lo crea. Sobre la mesa, junto al teclado de la computadora, mi taza de café se ha enfriado. Aunque estoy sentado en un sillón color verde, ami lado hay otro, idéntico, vacío. Es para ti. Te invito a sentarte. Tal vez deberías traer un suéter. La ventana está abierta y hace frío. Afuera llueve.