Esta obra propone una agenda ciudadana centrada en el combate a la impunidad, la corrupción y las violaciones a los derechos humanos; en las reformas del sistema de partidos y de representación, y en la defensa de minorías y de la desdichada mayoría compuesta por los consumidores. Agenda ciudadana y volcada sobre estos temas porque, a diferencia de metas fundamentales como crecer, reducirla desigualdad y abatir la pobreza y la violencia, que los partidos políticos asumen y procuran alcanzar, sólo una candidatura apartidista a la presidencia de la república puede hacer suyas estas otras demandas, y concentrarse en lograrlas. En especial ahora, ante la evidente e inédita reacción nacional de rechazo a la clase política. En México, hoy, una candidatura sin partido a la presidencia de la república es condición necesaria para consumar los cambios que requiere el país. La exterioridad al sistema, a la partidocracia, a las redes de complicidad, corrupción o pasividad ante la corrupción, a las omisiones y comisiones en materia de derechos humanos, a la aceptación tácita o abierta de la impunidad, es un requisito indispensable para avanzar en estos frentes. Avanzar en ellos, a su vez, representa un imperativo para crecer, distribuir, educar y proteger.