OLIVER KING ES UN EGOCÉNTRICO, UN PESADO Y UNA PIEDRA EN EL ZAPATO. ¿LO PEOR? TAMBIÉN ES MI GUARDAESPALDAS.
Cuando Novalee pierde a su madre, no solo tiene que lidiar con el duelo, sino que se ve obligada a mudarse al otro lado del país a vivir con su padre, una superestrella de Hollywood que nunca se ha dignado a reconocer su existencia. Lejos de todo lo que conoce y con una nueva familia a la que no soporta, llega la gota que colma el vaso: un guardaespaldas pegado a su trasero veinticuatro horas al día. Novalee está dispuesta a odiar a Oliver, a hacerle la vida imposible y, sobre todo, a no encariñarse con él. Porque, después de todo, para él solo es un trabajo…, ¿no?