El presidente Madero ha sido asesinado y la amenaza se cierne sobre un país al parecer inerme. Sediento de sangre, el régimen usurpador inicia el exterminio de sus enemigos mientras en el norte se escucha el grito de «¡Viva la Revolución!» Jovita Arellano padece las contradicciones morales del levantamiento e irremediablemente ve unido su destino al del coronel huertista José Cayetano Guzmán, pero también al del maestro Indalecio. Pontones que sufre el desencanto del movimiento, y al de Crispín Robles, quien altera para siempre la vida de su familia y de Juchipila al sumarse a la lucha armada. Sangre y fuego es la épica de un tiempo donde los personajes se dejan arrastrar por los sentimientos más ruines aunque también sucumben ante lo sublime.