Al igual que el aviador de la novela el principito, Antonie de Saint Exupéry sufrió un accidente mientras pilotaba un avión y cayó en pleno desierto del Sáhara junto a su amigo y copiloto André Prévot. Solos y sin apenas comida, rápidamente sufrieron los efectos de la deshidratación y comenzaron a tener alucinaciones, hasta que, afortunadamente, un beduino los encontró y los salvo. Saint Exupéry relato esta experiencia en su obra autobiográfica tierra de hombres (1939) y después aunque con una perspectiva diferente, en el principito. En esta novela infantil el accidente del aviador sirve como escusa Para presentar al protagonista de la obra, un hombrecito extraño que viene de otro planeta en busca de la verdadera amistad. En la novela el autor realiza una crítica a la sociedad, dirigida al mundo de los adulos: las “personas mayores”, como las denomina el principito, no tienen tiempo para disfrutar de las cosas hermosas que la vida les ofrece y no son capaces de valorar lo que es importante de verdad.