Balzac nunca ha escrito -dijo André Maurois- nada más atroz ni más bello.»
La prima Bette (1846), una de las últimas grandes novelas de Balzac, encierra en el marco de un «documentado y estremecedor estudio de las costumbres parisinas» la crónica vertiginosa de una crisis familiar. En primer término, el barón Hulot, extraviado en sus amoríos con la pérfida madame Marneffe por cuya causa «ha dejado de ser un hombre y se ha convertido en un mero temperamento» atrayendo hacia sí y los suyos el deshonor y la ruina. En la sombra, la prima Bette, la pariente pobre que trama la destrucciónde la familia.