Osho nos invita a examinar –a través de su agudo lente– la profunda influencia de la religión y la política en la sociedad y, en particular, en nuestro mundo interior. Desvela que hemos interiorizado y adoptado como nuestros los valores y sistemas de creencias de los «poderes fácticos», encasillándonos y aprisionándonos, cercenando trágicamente nuestra libertad y visión del mundo.
Existe, no obstante, la posibilidad de un mundo nuevo; pero solo si entendemos con claridad cómo ha funcionado hasta ahora el rol manipulador de los clérigos y los políticos y nos responsabilizamos y tenemos el coraje de convertirnos en un nuevo tipo de ser humano.