El Poema del Cid es el primer gran monumento literario de la lengua castellana. Se ha discutido mucho acerca de la fecha en que fue escrito, pero la crítica moderna afirma que se produjo a mediados del siglo XII, alrededor del año 1140. Este manuscrito carece de la primera hoja y de dos hojas interiores. Desgraciadamente, no pudo influir en la literatura castellana hasta fines del siglo XVIII, en que fue conocido el original. Lo publicó Tomás Antonio Sánchez en 1779. El erudito que con más solicitud se ha preocupado del problema, quien mejor lo ha estudiado, es Ramón Menéndez Pidal, cuya edición de 1907 ha sido constantemente retocada y mejorada por él mismo.