Alejandro Dumas nació el 24 de julio de 1802 en Villers-Cotterést, población de poca importancia al Norte de París, sobre la carretera que va de Soissons a Laon. Es fama que su niñez y su adolescencia fueron dichosas y libres en aquel lugarejo. Se dedicaba a la caza y a las correrías por los bosques y cuando estuvo en edad emprendió ahí sus primeras aventuras amorosas. En Villers- Cotterést deben habérsele llenado los oídos y la imaginación de nombres y personajes que andando el tiempo habrían de cobrar volumen en sus portentosos relatos. Ahí se levantaba un castillo que había sido de Luis XIII y a donde Luis XIV llevara en alguna ocasión a Luisa de Valliére. Bajo la regencia de Felipe de Orleáns, el mismo castillo había sido escenario de fiestas nada edificantes. A principios del siglo XIX, algo debe de haber quedado en el pueblo del ambiente libertino de aquellas épocas. Algo que el joven Dumas bebió y gustó en los relatos de los viejos, y que de algún modo se le enquistó en el carácter y pudo arrojarlo, ya talludo y adulto, a excesos de los que aún hoy se conserva memoria.