A Jane Austen le cabe el honor de haber sido considerada la primera escritora de importancia y haber sido inserta en los cánones de la literatura inglesa, donde aparece como predecesora de una verdadera pléyade de mujeres escritoras que dieron a la literatura británica del siglo XIX un decidido "toque femenino"-lo que más bien se entendería como "feminista"- pues es por medio de la literatura que la mujer encuentra el medio idóneo para dibujar y discernir su propio ser como algo complejo y trascendente en medio de la dinámica intelectual de la época victoriana, donde la mujer era concebida más bien como una entelequia, un estereotipo social perfectamente claro y definido, pero carente de sustancia intelectual o moral.