"El secuestrador ha muerto, la jaula queda abierta y no siento el impulso de salir sino el pánico a que alguien desconocido entre por esa puerta. Ahora, cómo vamos a vivir sin alguien que nos diga lo que tenemos que hacer."
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información