El Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares (CNPCF) se encarga de regular asuntos que tienen que ver con aspectos en las materias civil y familiar, que en la actualidad se aglutinan en el mayor número de asuntos que llegan a cocimiento de los Tribunales. En él se pondera la solución de la controversia sobre los formalismos procesales privilegiando la oralidad en los juicios, lo que cual implica la simplificación de los procedimientos para garantizar el acceso a la justicia en un menor tiempo, buscando en todo momento la protección de los diferentes grupos vulnerables, garantizando procedimientos equitativos y con perspectiva de género. Se integran nuevos procedimientos para matrimonio, divorcios, patria potestad, adopciones, custodia y pensiones alimenticias, impulsando el uso de las tecnologías de la información en los procesos judiciales para dar la posibilidad de tramitar juicios en línea y el uso de firmas electrónicas. En su contenido trae inserto temas de la realidad social como la violencia vicaria y la desaparición de personas. Tratándose de personas con discapacidad, se establecen obligaciones puntuales a los juzgadores para darles en todo momento el acompañamiento sin tener que sustituir su voluntad. Sin duda, es un Código con contenido que nos debe convocar a su estudio, análisis y forma de aplicación.