Un libro que analiza los pormenores de la investigación sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, y la somete a un examen crítico.
Desde una perspectiva que va a contracorriente de la politización con la que se ha abordado el caso, Esteban Illades analiza minuciosa y objetivamente el escenario social en el que ocurrieron las desapariciones de los estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, una de las tragedias humanitarias que ha representado un punto de inflexión en la historia mexicana contemporánea.
Ya han pasado varios meses desde que desparecieron a los 43 normalistas. A la fecha, se han encontrado 19 fosas en las afueras de la ciudad de Iguala, y por lo menos 28 cuerpos. Después de las primeras investigaciones, tanto gobierno estatal como federal han dicho que los restos encontrados no pertenecen a los normalistas, pero tampoco se ha dicho de quién son. Un grupo independiente de peritos argentinos también ha realizado estudios que contradicen la versión oficial que ha pregonado la Procuraduría General de la República.
El padre Alejandro Solalinde ha declarado que testigos y sobrevivientes le han contado que los 43 “fueron calcinados en una pira de madera”. A la fecha -subraya el autor-, hay más detenidos que desaparecidos: 36 policías y varios supuestos miembros del cártel de los Guerreros Unidos, pero ¿qué pasó realmente?
¿Dispararon los policías contra los estudiantes? ¿Los entregaron después al cártel? ¿Subieron a alguna de las múltiples fosas que se han encontrado? ¿Quién dio la orden? ¿Fue el presidente municipal? ¿Fue su esposa? ¿Fue uno de los líderes de los Guerreros Unidos?
Poco se sabe al día de hoy. Pero si revisamos lo ocurrido en Iguala durante 2012 y 2013, podemos encontrar información que ayuda a explicar, en parte, la desaparición de 43 estudiantes, la muerte de otros seis y cómo ocurrieron con total y absoluta impunidad. He aquí el primer libro que intenta responder las incómodas interrogantes desde una visión clara e imparcial.