Valli pasa sus días recogiendo carbón en Jharia, un poblado de la Indica. Vive con sus tíos y primos, y le han dicho que sus papás murieron, pero eso no parece preocuparle demasiado. En realidad, su temor más grande son los monstruos que están al otro lado de las vías del tren. Un días, su prima Elamma le confiesa que sus papás no están muertos y que la dieron en adopción a cambio de dinero. Sin motivos para quedarse en Jharia, Valli decide escapar en un camión que la lleva a Kolkata. Ahí aprende a sobrevivir sola y descubre que tiene algo en común con los monstruos que tanto temía: esta enferma de lepra. Un gran libro que despeja los prejuicios alrededor de la lepra, y que acerca al lector a la India.