Este nuevo libro, pensé, sería hecho elaborando una lista con mis 50 caricaturistas favoritos, de todos los tiempos desde que se ha hecho caricatura en este país. Pero, si limitaba la lista a mis preferencias personales, podía caer fácilmente en omisiones o prejuicios ideológicos o injusticias inexplicables.Así que decidí compartir con 20 colegas esas preferencias. Les pedí a 20 colegas que me mandaran sus listas de favoritos, y de ese modo elaborar una lista más justa y democrática, de los 50 caricaturistas mexicanos que preferían los mexican moneros.