Cuando vi la Gran Muralla china a lo lejos, supe que los sueños largamente acariciados se concretan. -L. S. D. Ludovica viajó sola a China con una valija y un montón de preguntas sobre la astrología oriental cuando no había Internet y mucho menos se exhibía en las redes sociales la pasión por viajar alugares exóticos. Aunque ya había logrado introducir esta filosofía en el país con muchísimo éxito a través de sus libros de horóscopo y los medios de comunicación, quería saber más, encontrarse con maestros, entender a los chinos. Necesitaba, además, reconstruir su propia historia y el enorme legado de su padre, que había trabajado en la embajada argentina en China durante varios años cuando era muy joven. Este libro es el diario íntimo de una mujer que rompió con el molde y de su viaje alucinante, por momentos desopilante y por otros, angustiante. Pero es, sobre todo, la vida de una mujer valiente que tenía un sueño y lo logró. Atravesó el mundo, confió en desconocidos, se enamoró locamente, se perdió en ciudades inmensas sin entender el idioma, durmió en hoteles y trenes imposibles, pasó sed y hambre, aprendió con maestros taoístas y astrólogos, investigó y no se guardó nada para ella. Ludovica volvió casi un año después siendo otra, decidida a transmitir con pasión y poesía la milenaria cultura china a sus lectores.