En esta novela, de un suspense trepidante, encontramos de nuevo a Tom Ripley –el protagonista ambiguo y fascinante de El talento de Mr. Ripley– algunos años después, con una reputación intachable y casado con una joven y hermosa heredera francesa. En su lujosa finca cerca de París, Ripley lleva una existencia apacible, cuidando el jardín, pintando, estudiando francés y escuchando música.
Un día le telefonean de Londres sus socios de la Buckmaster Gallery, marchantes de Derwatt, un misterioso pintor que se oculta en un ignorado rincón de México mientras el precio de sus cuadros sube vertiginosamente. Sin embargo, un coleccionista americano sospecha que le han vendido un cuadro de Derwatt falsificado, por lo que urge la aparición del pintor para disipar sospechas... pero por desgracia Derwatt ha muerto. Y ahí entra en acción Tom Ripley.
«El placer desahucia a la moral, miss Highsmith nos corrompe hermosamente» (Kay Dick, Harpers Queen).
«Patricia Highsmith en forma no tiene rival, y en La máscara de Ripley está en su mejor forma» (Violet Grant, The Daily Telegraph).