Mientras estalla la Segunda Guerra Mundial, los hermanos Cecily y Jeremy se hospedan en la casa de campo del tío Peregrine, acompañados por su madre y May, una niña que han adoptado de manera temporal. Durante su estancia, las niñas exploran el bosque, territorio donde el tiempo se ha detenido. Allí descubren las ruinas del castillo Snow, un sitio construido casi cinco siglos atrás y testigo de una historia estremecedora. El pasado y el presente se confunden para dar esperanza y redención a los personajes de esta magistral novela. Una obra que reflexiona sobre el ejercicio del poder y su contrapunto: la bondad humana.