Randolph Carter es uno de los pocos personajes que Lovecraft trabajó en varios relatos, dada su lamentable tendencia a morirse, desaparecer o volverse totalmente locos. Comenzó usándolo en un relato que podría incluirse en el ciclo de "los mitos" (La Declaración de Randolph Carter) y poco a poco lo fue internando, en La Llave de Plata y A Través de las Puertas de la Llave de Plata, en el mundo de los sueños.