A mediados del siglo xvi (1554), ve la luz una breve novela de autor anónimo que revolucionará el género y que dará los primeros pasos en la creación de la novela moderna: La vida de Lazarillo de Tormes. Por primera vez en la historia de la literatura occidental, el papel protagónico lo ocupa un hombre de baja extracción social, que debe servir a muchos amos con tal de obtener un techo y un poco de pan, a diferencia de los caballeros andantes que poblaron la narrativa anterior. Las desventuras de este pícaro no solo revelan con humor y sarcasmo los vicios de la época, sino también instauran un nuevo héroe literario y una nueva manera de narrar. Después de más de 400 años, esta novela conserva intacto su interés y vigencia para los lectores del siglo xxi.