José Agustín narra las peripecias de los niños con una enorme soltura impactante: su capacidad para expresar el mundo de los adolescentes, un mundo casi infantil, entrelazándolo por momentos con el mundo antiguo, es sorprendente. La narrativa de José Agustín posee un registro variado, que se expresa con buena fortuna y en formas diversas. Prueba de esto es La panza del Tepozteco, novela dirigida a lectores jóvenes que, sin embargo, el público adulto disfruta gozosamente. Bajo la piel de una novela de aventuras, La panza del Tepozteco indaga en torno a la pervivencia de los mitos prehispánicos mediante la mirada de seis niños citadinos #Tor, Homero, Érika, Alain, Selene y Yanira#. Los personajes descubren que los dioses antiguos del panteón azteca se han refugiado en el corazón de la montaña. La presencia de los pequeños, su entrada en el santuario, desatará una lucha entre deidades: algunas, como Tona, buscarán protegerlos, mientras que otras intentarán sacrificarlos, dejando atrás las enseñanzas de Quetzalcóatl.