El conflicto del ser humano se expresa en función del olvido, la amnesia y la ignorancia de sus orígenes y de su destino. El viajero, o la conciencia de reflejo, se identificó tanto con el plano de existencia más denso y más lento, que olvidó su propia inmortalidad y divinidad. El ser humano se ha convertido en un extraño para sí mismo -para el Dios que vive dentro de nosotros y que es nosotros- y ha buscado ayuda, sentido y redención en una causa externa. Al hacer esto, la humanidad niega su propia divinidad y excluye cualquier posibilidad de liberarse de su condición actual. Las enseñanzas de Ramtha nos ofrecen una perspectiva única desde la cual contemplar el misterio de la vida; nos brindan un marco en el que los interrogantes que la filosofía, la ciencia y la religión no han respondido, encuentran un nuevo significado. El sistema de pensamiento de Ramtha no es ni una religión ni una interpretación filosófica de la realidad, es la verdad que se obtuvo y se comprobó a través de la experiencia de un miembro de la raza humana.