En casa de Alex y Valentín, un pastel de chocolate sólo puede significar una cosa: malas noticias. Esta vez el pastel trae consigo la nueva de que toda la familia se mudará a Estados Unidos, pues el papá, que lleva desempleado varios meses, consiguió trabajo allá. Valentín y Alex, que es ciego, no pueden creerlo. ¿Qué será de ellos lejos de su país y de sus amigos? Mas un encuentro fortuito con un misterioso vagabundo les dará la confianza que necesitan para enfrentar su nuevo destino con audacia y entereza. El desparpajo de Valentín y la sensatez de Alex ofrecen una perspectiva única sobre la migración, la ceguera y la importancia de la unión familiar ante los cambios.