Delirio, meditación, cascada, océano; el trabajo poético de David Huerta alcanza en {Incurable} –poema precioso sin preciosismos, poema llano que no desdeña la extravagante orfebrería de lo hermético ni la violencia revelatoria, poema inspirado que respira por la herida y por el verbo– una maestría admirable y conmovedora. {Incurable} es un momento clave en la poesía de nuestra lengua.