Ben odia ir a casa de su abuela. Ella es la típica abuelita con el pelo blanco, dentadura postiza y clínex en las mangas de la camisa que se pasa gran parte de su tiempo tejiendo... Además, tiene otras particularidades que Ben detesta: huele a col, no tiene televisión y sólo quiere jugar Scrabble con su nieto. ¡Vaya aburrimiento! Hasta que un día el chico descubre dos detalles que le hacen ver que su abuela tiene una vida mucho más emocionante de lo que él pudiera imaginar: 1.- En su juventud fue una hábil ladrona internacional de joyas. 2.- Lleva años elaborando un plan para robar las Joyas de la Corona... y Ben es parte fundamental del plan. De repente, las noches de viernes en casa de la abuela son el mejor momento de la semana para Ben.