En una época en la que se habla simultáneamente de 'mundialización de la cultura' y de 'respeto de las diferencias', la antropología es hoy más que nnca necesaria para analizar la crisis del sentido social en todo el planeta. Y es posible, en la medida en que su tradición, sus procedimientos y su objeto le permiten adaptarse a los cambios de escala que acompañan la aceleración de la historia, el encogimiento del planeta por la anulación de las distancias y la individualización de los destinos. Partiendo de una reconsideración de las relaciones de la antropología con la historia y de una crítica de las teorías que se ocupan de la unidad y la pluralidad de las sociedades humanas, Marc Augé se esfuerza aquí por hacer un inventario de los instrumentos teóricos y metodológicos de la antropología para examinar luego algunos fenómenos característicos de nuestro tiempo; los grandes medios de difusión, la comunicación, los ritos políticos, los nuevos cultos o renovados que florecen en todos los continentes, el espacio cada día más extendido de las concentraciones urbanas.