Con el título, Aventuras de Sherlock Holmes, fue publicada una serie de narraciones escritas por Arthur Conan Doyle (1850-1930), cuyo personaje principal encarna al prototipo del detective aficionado, que podría estar emparentado con el policía que aparece en la literatura de Edgar Allan Poe o de Augusto Dupín. Estudio en escarlata, es considerada como el inicio de la novela policiaca, pues en ella aparecen ya definidos los personajes de Sherlock Holmes y el doctor Watson. Es una novela en la que su asombrosa personalidad y su espectacular e inquietante “método deductivo” se manifiesta más acusada y puntualmente. A lo largo de la investigación de un caso sangriento, el lector va descubriendo que toda acción humana deja una huella, un rastro y que, partiendo de ahí, una mente suspicaz y entrenada puede ir reconstruyendo los hechos a partir de las causas y efectos que hacen salir a la luz las raíces más ocultas de un crimen.