Un libro contra la obligación de leer Este libro fue escrito con placer. No hagas de él un instrumento de tortura... Los libros no están hechos para obligar a nadie a leer. Estás leyendo... ¿y no lees? nos recuerda que la fuerza de un anhelo, lo íntimo de los secretos, la sensualidad de lo privado e incluso el miedo y la extraña reverencia que el humano siente por ello, son atributos que residen con sutileza en las palabras, y más concretamente, en las letras que forman los libros. Consciente de esto, Juan Domingo Arg?elles reflexiona con agudeza sobre el grave problema de que actualmente la letra impresa resulte una obligación tediosa y otra más de nuestras tristes rutinas, en lugar de un punto de fuga donde acudamos voluntariamente para perdernos de una realidad (llámese mundo) que resulta fastidiosa y terrible la mayor parte del tiempo, por no decir abrumadora y preocupante. Con la objetividad que produce la experiencia, dejando a un lado el discurso solemne y vacío de los académicos, la frivolidad de los medios que la anuncian y el rigor que impone el sistema en las aulas, el autor nos recuerda ese regalo sagrado que es la palabra, ya que además del pan y el vino, es producto de haber fundido alma y razón cuando al principio de los tiempos volteamos hacia el cielo y nos pusimos a pensar con libertad, es decir, por el puro placer de comprendernos para saber.