Esta segunda entrega de la saga En busca del tiempo perdido es la que explora el amor y el erotismo adolescente. Marcel, el protagonista, siente una fuerte atracción por Gilberte Swann, que se convierte en un deseo de amor. Todo es maravilloso en torno a Gilberte: el amor, París, la vida. Conforme avanzan los años en la juventud del protagonista, el amor va cambiando de cara y el objeto de su deseo también va cambiando de nombre, así hasta llegar a Albertine, a quien conoce en el balneario de Balbec.