Mimì Augello está retozando con su enésima amante cuando el marido de ésta regresa de improviso a casa. El subcomisario escapa por la ventana hasta el apartamento de abajo, donde se topa con otro problema: en la oscuridad de la noche, vislumbra un cuerpo acostado en la cama, elegantemente vestido y rígido por el frío de la muerte. A la mañana siguiente, una llamada a comisaría notifica el hallazgo de un cadáver bajo las mismas circunstancias, excepto que éste no coincide con el primer muerto. La víctima del segundo crimen es Carmelo Catalanotti, un director de teatro conocido por su experimental método de trabajo en las tablas. El descubrimiento de un conjunto de dosieres de Catalanotti, con prolijos expedientes sobre sus actores y extrañas anotaciones de cifras, fechas y nombres, pondrá al comisario Montalbano sobre la pista del doble homicidio, mientras se sumerge en los fascinantes misterios del mundo teatral en compañía de Antonia, la nueva jefa de la científica, que parece atraerlo irreprimiblemente. Brillante y meticuloso, Andrea Camilleri orquesta los elementos de la trama como un director de escena capaz de mezclar la comedia y el drama de los sentimientos con el compromiso cívico, y nos presenta a un Salvo Montalbano a punto de tomar una serie de decisiones que cambiarán el rumbo de su vida para siempre.
