Los agujeros negros son oscuros, es su esencia. Cuando colisionan entre sí, lo hacen sin iluminación. Sin embargo, esta colisión es el evento más poderoso desde el origen del universo. La profusión de energía emana como ondas en forma de espacio-tiempo: ondas gravitacionales. Ningún telescopio puede registrarlo, la única evidencia sería la resonancia sonora del espacio-tiempo. En 1916, Einstein predijo la existencia de las ondas gravitacionales. Un siglo después, estamos grabando los primeros sonidos del espacio, evidencia de la existencia de estas ondas, causadas por la colisión de dos agujeros negros: la banda sonora de la película muda de la astronomía.