Constituye una de las obras clave del pensamiento nietzscheista, es una teología al revés, es una teología del pecado. A pesar de que en un principio se mutilaron varios párrafos de la obra, incluso se omitió el subtítulo (una maldición sobre el cristianismo) haciendo creer que era transvaloración de todos los valores, logro salir a la luz con toda su grandeza. En el anticristo se descubren los múltiples aspectos de la decadencia cristiana. El autor experimenta religiosamente el fin de las religiones. El nos dice: “los cristianos han matado a dios sin comprenderlo, y viven de esta muerte y del deseo de aniquilación. En su alma se pudre lentamente el cadáver de dios”