Rosie y Alex han forjado una tierna amistad desde que eran unos niños traviesos, una amistad que dura hasta su rebelde adolescencia. Cuando empiezan a disfrutar de las alegrías de las noches en la ciudad, de sensaciones y sentimientos desconocidos hasta el momento, el destino, por primera vez, decide separarlos. La familia de Alex deja Dublín para viajar a Boston, y será... para siempre. Rosie se siente terriblemente perdida sin Alex y sólo el tiempo le hará comprender que sus vidas deben seguir caminos muy diferentes. Cuando años más tarde Rosie decide mudarse a Boston para reencontrarse con Alex, recibe una noticia que cambiará definitivamente su vida. La mágica conexión que los mantiene unidos, lejos de desvanecerse, se afianza a través de los mensajes, las cartas... y ello a pesar de infinitos malentendidos, de las vicisitudes de la vida y, cómo no, del propio destino, que ha decidido seguir jugando con ellos manteniéndolos durante demasiado tiempo separados. Rosie y Alex no saben hasta qué punto su amistad puede sobrevivir a los años, la distancia... o las nuevas relaciones. De pronto, una última oportunidad aparece entre ellos. ¿Apostarán Rosie y Alex por el amor verdadero?