Reciban todos la esfera consiente de luz para que envuelva su corazón y reciban constantemente la bendición de la poderosa presencia del Yo Soy. Nada puede interferir con la acción de esta bendición.
Se debe utilizar con profundo sentimiento la afirmación Yo Soy la presencia conquistadora ordenando la paz, el amor y la armonía, consientes de que la fuerza motriz de toda actividad son el amor divino que proviene de la única presencia: Yo Soy, Dios en acción.