"Gracias a una fotografía que se había hecho viral de forma inexplicable, Tony me había encontrado. O, mejor dicho: había encontrado a Maggie. No tenía ninguna forma de saber si era un tarado o no, si podría delatarme a la policía. Quizá suena paranoico, pero no creo que sea tan absurdo. Hay personas que van a la cárcel por cosas mucho menos importantes que acusaciones de asesinato de niños". La existencia tranquila y pueblerina de Maggie se ve sacudida por un inesperado mensaje de Facebook que la devuelve al pasado. Se ve obligada a recordar traumas de golpes, muslos magullados y pérdida. Se había convertido en una persona nueva hacía tiempo, pero ¿qué sucede cuando las historias del pasado son irremediablemente arrastradas a la luz?