El mundo de Quiroga es múltiple, cada uno de los recursos que emplea da al cuento una dimensión sobria, de sencillez y naturalidad en la consecuencia de lo trascendente. Con maestría transita entre lo imaginativo real y lo imaginativo fantástico. En sus narraciones encontramos la perdurabilidad de lo vivido y sentido, a lo que la creación literaria, sin desnaturalizarlo, de forma y acento, relieve y matiz. Pese a que su visión de la vida es trágica y fatalista, es medularmente humana; en ella cabe el humor y el heroísmo moral, el horror y la ternura. Lleva en su acervo de vivencias y fantasías motivos de perdurabilidad, como un testimonio de lo humano universal en donde nos reconoceremos siempre, con nuestros enigmas, proyectos, ansias y luchas.