Tras establecer que la forma de ver el mundo de los artistas y de los científicos es similar, ya que ambas se basan en la observación, la recolección, la documentación y la comparación, este libro que propone 59 ejercicios de exploración práctica del mundo material. Las actividades que componen la mayor parte del libro llevan al lector a observar e interactuar con las cosas alrededor de sí mismo, para así no sólo descubrir lo interesante que es el mundo físico que lo rodea, sino también la profundidad estética con la que es posible percibirlo. La parte posterior del libro funciona como un cuaderno de anotaciones en donde los pequeños exploradores se verán tentados a documentar su experiencia conforme arman su "museo portátil".