Laura Esquivel conquistó al mundo literario hace veinticinco años a través de esta alegoría que vincula con arte los sentimientos y la gastronomía.
La novela narra la historia de Tita de la Garza a manera de recetario, donde cada capítulo es una receta que relata las aventuras de la protagonista en una casa donde la tradición la obliga a quedarse a cuidar a su madre, y por lo tanto, sin poderse casar nunca.
Tita, excelente cocinera, expresa su enojo y rebeldía a través de sus recetas, creando situaciones extraordinarias que involucrarán también a los demás miembros de su familia. Al final, todos estos acontecimientos provocarán que se enciendan "todos los cerillos que llevamos en nuestro interior de un solo golpe".